
Entornos Virtuales de Aprendizaje
El concepto de Entornos Virtuales de Aprendizaje apunta a la creación de espacios virtuales de interacción social e intercambio de información y contenidos para la construcción de aprendizajes significativos, de forma colaborativa.
Como continuación de nuestro artículo sobre Educación Virtual, en esta ocasión nos proponemos presentar en qué consiste el concepto de Entornos Virtuales de Aprendizaje y reflexionar acerca de retos y oportunidades para su implementación en la Educación Superior.
La Educación Virtual incorpora las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) y las redes digitales al desarrollo de procesos educativos y la creación de Entornos Virtuales de Aprendizaje.
Esto, en contextos sociales y culturales caracterizados por un amplio uso de recursos tecnológicos de información y comunicación, mediante computadoras y dispositivos móviles, el cual abarca múltiples actividades y propósitos, entre ellos también los educativos.
En dichos contextos, tal como señala UNESCO (2017): “Con la ubicuidad de los recursos para el aprendizaje el acto de aprender se convierte en una experiencia más distribuida en el tiempo y el espacio (p. 18); es decir, asistimos a procesos de aprendizaje en todo momento y en todo lugar.
De acuerdo con Harasim y otros (1995, p. 4):
el trabajo en red supone un espacio de experiencias ricas y satisfactorias de aprendizaje colaborativo, mediante grupos interactivos para los procesos de análisis de información, en los cuales los estudiantes construyen conocimientos activamente a través de la formulación de ideas que son compartidas y estructuradas desde las reacciones y las respuestas de los participantes (Citado en López, Flores, Rodríguez y de la Torre, 2012, p. 100).
Efectivamente, el concepto de Entornos Virtuales de Aprendizaje apunta a la creación de espacios virtuales de interacción social e intercambio de información y contenidos para la construcción colaborativa de aprendizajes significativos.
Concepto y características
Quesada (2013) indica que “Un Entorno Virtual de Aprendizaje (EVA) es el conjunto de entornos o espacios de interacción, sincrónica y asincrónica donde, con base en un programa curricular, se lleva a cabo el proceso enseñanza-aprendizaje (…) (p. 342).
Asimismo, según dicho autor, los entornos virtuales de aprendizaje son:
Comunidades virtuales de aprendizaje que, por medio de las TIC, brindan a los docentes y estudiantes espacios de aprendizaje activo donde la reflexión, la discusión y el intercambio de información producen experiencias significativas y construcción de conocimientos dentro de un contexto social virtual (…) (Quesada, 2013, pp. 242-343).
Asimismo, además de enfatizar en el carácter social e interactivo de las dinámicas educativas, los Entornos Virtuales de Aprendizaje implican el establecimiento de relaciones que permitan limitar la distancia entre las personas participantes.
En este sentido, de acuerdo con Morado y Ocampo (2019):
El diseño de espacios virtuales de aprendizaje, (…) puede ser un repositorio para depositar archivos y documentos, donde hay una distancia emocional y cognitiva entre los participantes, o puede tener como propósito crear un ambiente el cual permita la construcción activa y significativa del conocimiento en el que se acorten las distancias emocionales y cognitivas entre estudiantes y docentes, y estudiantes entre sí (p. 47).
Al respecto del punto anterior, resulta interesante el concepto de Educación sin distancia, en referencia a lo que, según Morado (2017a, p. 37) constituye:
un ámbito de aprendizaje rico, complejo, flexible, dinámico, interactivo, atractivo y cálido, en el que el encuentro entre personas aprendientes en un ambiente de aprendizaje placentero permita la construcción colaborativa del conocimiento” (citado en Morado y Ocampo, 2019, p. 47).
En síntesis, el concepto de Entornos Virtuales de Aprendizaje apunta a la creación de espacios educativos virtuales, caracterizados por la participación y el intercambio de información y contenidos por parte de las personas participantes, para la construcción colaborativa de aprendizajes significativos.
Como veremos a continuación, la creación efectiva de Entornos Virtuales de Aprendizaje implica importantes retos para la labor docente de mediación de los aprendizajes.
La mediación de los aprendizajes en entornos virtuales
Menéndez (2012), apunta las siguientes características de la mediación social del aprendizaje en los Entornos Virtuales de Aprendizaje:
- No existe necesariamente encuentro presencial, ni siquiera se emplean en todos los casos herramientas visuales y orales para la interacción (…).
- Los soportes escritos y/o audiovisuales de presentación del contenido han adquirido una relevancia mayor, priorizando la comunicación escrita frente a la oral (…).
- Las actividades de aprendizaje son diseñadas con antelación y de forma autoaplicativa; esto es, necesitan tener explicitadas todas las indicaciones y orientaciones que la mayor parte del alumnado pueda requerir para realizarlas y, en ocasiones, incluso para valorarlas (…).
- No existe el grupo de alumnos en la misma forma en la que existe en la enseñanza presencial. No hay presencia física ni sentimiento de pertenencia (…).
- El porcentaje de interacción personalizada entre profesor y alumno también se incrementa; incluso cuando se trata de mensajes colectivos que llegan a «mi» correo y los leo individualmente, por lo que los percibo de forma distinta (…).
- Mientras que en la enseñanza presencial la figura docente en el aula es la principal interlocutora del alumnado, en los EVA [Entornos Virtuales de Aprendizaje] es habitual que existan otras figuras de referencia en el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje, bien en la coordinación o bien el soporte y apoyo técnico (…) (Meléndez, 2012, pp. 43-45).
De esta manera, la mediación de los aprendizajes en entornos virtuales no escapa del reto permanente de generar un ambiente de cercanía y confianza mutua entre las personas participantes de los procesos educativos; pero, implica, además, funciones específicas, entre las cuales, Salinas (2003) puntualiza las siguientes:
- Crear un clima de respeto y aceptación por la opinión de las otras personas.
- Fortalecer capacidades argumentativas.
- Sentir confianza hacia las otras personas, logrando conexiones significativas entre los participantes.
- Crear compromiso no solo hacia el propio aprendizaje, sino hacia el aprendizaje de los demás.
- Generar un nivel más profundo de comprensión y un sentido de pertenencia hacia el curso y hacia la institución (Citado en Mora-Vicarioli y Hooper-Simpson, 2016, p. 10).
Reflexiones finales
Aunque el modelo de Entornos Virtuales de Aprendizaje, así como otros enfoques teóricos que han venido explicando y sustentando muchas de las prácticas e iniciativas relacionadas con la Educación Virtual no son asuntos propiamente nuevos, en el contexto actual de la crisis sanitaria por COVID-19, tanto docentes como estudiantes hemos venido enfrentándonos al reto de incorporarlos a nuestras prácticas educativas y formativas.
Si bien estas experiencias pueden no haber estado libres de impacto y dificultades, ciertamente han significado una oportunidad para que las instituciones educativas revaloren la importancia de dedicar esfuerzos y recursos a la creación y/o consolidación de infraestructura, capacidades organizativas y competencias docentes requeridas para la implementación de espacios y experiencias de Educación Virtual.
Referencias:
López, M., Flores, K., Rodríguez, M. & de la Torre, E. (2012). Análisis de una experiencia de entornos virtuales de aprendizaje en educación superior: el programa de cursos en línea del Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara, México. Revista Iberoamericana de Educación, 60, 39-50.
Menéndez, C. (2012). Mediadores y mediadoras del aprendizaje. Competencias docentes en los entornos virtuales de aprendizaje. Revista Iberoamericana de Educación, 60, 39-50.
Mora-Vicarioli, Francisco, Hooper-Simpson, Carlene (2016). Trabajo colaborativo en ambientes virtuales de aprendizaje: Algunas reflexiones y perspectivas estudiantiles. Revista Electrónica Educare, 20(2),1-26.
Morado, M. & Ocampo, S. (enero-junio, 2019). Una experiencia de acompañamiento tecno-pedagógico para la construcción de entornos virtuales de aprendizaje en educación superior. Revista Educación, 43(1), 43-60. doi: 10.15517/revedu.v43i1.28457
Quesada, A. (enero-junio, 2013). Aprendizaje colaborativo en entornos virtuales: los recursos de la Web 2.0. Revista de Lenguas Modernas, (18), 337-350.
UNESCO (2017). Docentes y sus aprendizajes en modalidad virtual. Lima, Perú: Punto & Grafía S.A.C.
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Luis Diego Mata Solís
Sociólogo. Profesor universitario con experiencia en Investigación. Co-fundador de Investigalia. Contacto: luisdmata@investigaliacr.com


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